Las ilusiones ópticas son ilusiones del sentido de la vista, que nos llevan a percibir la realidad erróneamente, o ver cosas diferentes en una misma imagen dependiendo de varios factores o la diferente estimulación de los ojos o el cerebro.
Y es que las ilusiones ópticas ponen de manifiesto que nuestros ojos no son cámaras de vídeo que graban todo lo que ocurre, sino que nuestro cerebro interpreta y reelabora la información que nos proporcionan nuestros sentidos. La mayor parte de las veces esto no nos da problemas. Al contrario, nos ayuda. Pero en determinadas circunstancias, no tenemos suficiente información o nos influye el contexto y esta reconstrucción es ambigua o defectuosa.
En conclusión, el cerebro humano sólo puede concentrarse en un objeto, por lo que, cuando se presentan dos formas en una sola imagen nos ocasiona confusión y el cerebro entra en desorden, con lo cual este lleva a ver otra visión de lo visto.
Un ejemplo la ilusión de Zöllner
Bastan unas pocas líneas para confundirnos. Como en esta ilusión descubierta por el astrofísico alemán Johann Karl Friedrich Zöllner en 1860. A pesar de que estas rectas son paralelas, parecen inclinarse por influencia de las líneas diagonales.