En este blog queríamos explicar una de las causas más frecuentes de consulta dentro de nuestra Óptica. Son pacientes que refieren tener manchas en la vista, ven hilos negros o incluso telarañas, sobre todo cuando miran paisajes o objetos con fondos claros como libros, paredes de color blanco, paisajes con cielos despejados, aquí es muy fácil distinguir esas pequeñas manchas que en el 95% de los casos no están relacionadas con patologías oculares, estas “moscas volantes” son precipitados gelatinosos que se forman en el humor vítreo, este humor vítreo es un gel transparente que ocupa un 80% de la cavidad ocular y está formado por fibras de colágeno y macromoléculas de ácido hialurónico, este gel con la edad se va endureciendo y termina en una gran cantidad de casos desprendiéndose de la retina, ocurre sobre todo entre los 50 y 70 años, también se puede desprender por traumatismos, personas operadas en los ojos, sobre todo en operaciones de cataratas y personas con miopía alta.
Estos precipitados gelatinosos quedan flotando en el humor vítreo y los pacientes lo que notan es la sombra que proyectan sobre la retina, no ven la mancha directamente, por eso al mover los ojos notaran como si flotaran en el aire dichas manchas, lo que es bastante molesto pero que por desgracia no existe ningún tratamiento específico para solucionar este problema, en ocasiones el propio ojo puede absorber estas pequeñas impurezas pero en la mayoría de los casos siempre se mantendrán y con el tiempo el paciente se acostumbra a su presencia.
Otra de las causas de las “moscas volantes” aparece al desprenderse el humor vítreo de la retina, esta puede arrastrar consigo células retinianas que van a quedar flotando en dicho humor vítreo, provocando pequeñas perforaciones en la retina que si necesitarán ser tratadas con láser, por lo que siempre es bueno cuando se observen estas “moscas volantes” hacer una revisión del fondo de ojo con el oftalmólogo para descartar grandes perforaciones o incluso prevenir el desprendimiento de retina.